lunes, 25 de mayo de 2015

Querida I,
En días como hoy puedo pensar en pocos refugios.
Me tranquiliza que este lugar siempre esté aquí.
Aún en las primaveras más aceleradas y absurdas de las que hemos tenido noticia.
¿Te acuerdas cuando nuestras casas y nuestros problemas eran otros?
Las certezas eran más pero menos placenteras.
Empecé a escribir este texto hace unos días y lo retomo ahora.
Sintiéndome un poco igual y un poco peor.
Me gustaría que todo fuera más fácil, dejar de ser este tipo de persona que se tira al vacío sin importarle lo que pasará después.
Hoy ya es después y después es abrumador.
Tú dices: "no eres normal", yo acepto.
No quiero crecer, no quiero tener que aceptar la vida como es.
Hacer un berrinche y que se haga lo que yo digo.
Me ha dolido la cabeza desde que desperté (sin despertador).
Caminé desde lejos hasta mi casa. Estaba lloviendo y por eso lo hice.
Pensé que sería la escena perfecta.
Ojalá todo estuviera menos mediado por la literatura y le llamáramos a las cosas como son.
Necesito que el tiempo pase rápido.

Se me indicó de antemano, lo sé.

Te quiero,

M.

P.D. ¿La multiplataforma nos resta discurso?
P.D. 2. Me emociona pensar en impreso.




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