sábado, 31 de mayo de 2014

Querida M,
Hoy la calma ha vuelto.
Por la mañana tomé el metro en Hidalgo a las 7.30.
Hora pico.
El vagón de las mujeres huele a cabecitas recién lavadas con Pantene o H&S.
Yo traía mi bolsa verde bimba y lola en una mano y en la otra un vaso de unisel enorme con jugo. Soy cliente frecuente de una juguería que se encuentra en la esquina de Isabel la Católica cuando está a punto de convertirse en República de Chile.
A las 8.45 estaba en Altavista. Recordando que alguna vez estuve en el Helénico, ¿te he contado esa historia?
Me pareció tan extraño encontrarme en el sur a esa hora de la mañana.
Todo el día he tenido sueño.
Se invierten las nociones: ir al sur representa donar mi energía vital, regresar al centro es recargarme.
Últimamente quiero que todo sea minimalista.
Cambié cosas de lugar en este 4to piso.
Aún no sé en dónde colocaré las polaroids.
Los rituales con Pavlova comienzan a tomar forma.
Ya no somos dos extrañas durmiendo juntas.
Mayo se termina... Al parecer la mudanza se termina también con este mes, aunque aún tengo una caja con hilos y una maleta sin desempacar.
¿Cuando se termina realmente una mudanza?
I

jueves, 29 de mayo de 2014

Querida I,
Es una ley universal: en el Centro siempre hace calor, no importa la hora ni el día.
Ahí arde la ciudad.

M.
Querida I,
Escribo un poco tarde y con el recuerdo de ese domingo que nos tomamos lejos de la familia.
Y sin querer, nos sentimos familia.
Caminamos por un barrio duro, deseando que las cosas que se ven ahí nunca se vuelvan invisibles.
Galveston va bien, me gusta que lleve el nombre de una ciudad gringa de bajo perfil. Una calle chiquita, un lugar en Texas que nadie pensaría en visitar.
He caminado de casa al trabajo por nueves días. A veces me encuentro con la misma gente en el camino, es mi forma de saber qué hora es.

Hoy me puse un vestido, se me atoró en un alambre y se rompieron las medias. Caminé hasta la Comercial Mexicana y compré unas nuevas de $80, me las puse en el baño.

¿Qué tal la vida en ese cuarto piso?

M.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Querida M,
¿Te has dado cuenta que más lejos del sur hace más calor?
Ayer regresé al centro en el metro. Mientras iba sentadita en ese incómodo metro de la línea azul, leí un pasaje del libro de Bernardo Esquinca que me recomendaste; Casasola, su personaje, había tomado la línea azul para ir al centro. Casasola tenía una reunión en la terraza de la librería Porrúa.
Yo tenía una cita con Pavlova.
¿Sabías que en Pino Suárez hay una pirámide?
Yo no lo sabía pero es bastante obvio, hasta el logo del metro te está diciendo que es una pirámide. Ayer me enteré porque Casasola se entera que el asesino serial ha vuelto a matar y ha dejado corazones en Pino Suárez.
El centro es maravilloso, me he dado cuenta que me encanta el rumor a lo lejos de se vende fruta a diez pesos a las once de la noche... es un arrullo de la gran ciudad.
¿Cómo te va en Galveston?
I

martes, 20 de mayo de 2014

Querida M,

Una pausa larga se ha convertido en escritura
y eso hace que las cosas tengan sentido.

Este presente camina rápido para el pasado.

A veces me dan miedo las hojas con fecha.

Te tengo una buena noticia:
Hoy no lloverá.

Te tengo otra noticia:
Ya no estaré gritando en medio de Galveston porque ahora sé que timbre tocar.

domingo, 11 de mayo de 2014

Querida I,
hace poco hubiera querido no tener nada, mudarme con lo puesto.
lugares que te pertenecen sin pertenecerte.
espacios cohabitados con entes ajenos (extraños).
ruidos ambiguos, difíciles de visualizar.

aquí llueve distinto...

abrazos,

M.

viernes, 9 de mayo de 2014

Querida M,
Gracias por enseñarme la frase:
The dark said.
¿Qué haríamos si la oscuridad dejara de hablarnos?
Besos,
I.