1. m. Hallazgo, encuentro, manifestación
de lo que estaba oculto o secreto o era desconocido.
2. m. Encuentro, invención o hallazgo de
una tierra o un mar no descubierto o ignorado.
3. m. Territorio, provincia o cosa que se
ha reconocido o descubierto.
Recogida por primera vez: 1495,
Vocabulario español-latino (Antonio de Nebrija)
Hace poco descubrí un diccionario que es
una rama de la RAE en internet.
Se llama DIRAE y aunque se conecta
directamente con la RAE ofrece otro tipo de información sobre la palabra que se
busca.
Concretamente dice cuándo fue recogida
esa palabra por primera vez en algún diccionario de la lengua española y con
qué frecuencia se ha usado dicha palabra desde que fue retomada.
Qué extraordinario es este mundo de la
web en donde ya nada está a salvo, ni siquiera el origen de una palabra y su
uso cotidiano, todo está ahí examinado, catalogado y puesto en un archivo que
todos podemos disponer.
Busqué entonces la palabra:
“extraordinario”.
Para mi sorpresa encuentro que el mundo
era más extraordinario en 1877 que en
el año 2000, de hecho desde el año 2000 la palabra extraordinario comienza a subir un poquito más en el uso que se le
da, al menos en internet.
Después busqué “mequetrefe”. Mequetrefe,
aunque muy pocas veces la escucho y pareciera una palabra vieja, aunque en “estricto”
(recogida por primera vez en 1787) sentido todas las palabras son viejas, se
ocupa más en los dos miles que en 1985.
La vida de las palabras es extraña.
¿De qué dependerá su uso, su moda en el
habla cotidiano? ¿Cómo comienza a usarse una palabra y cómo nos olvidamos de
ella? ¿Las palabras están mediatizadas?
Seguro sí. ¿De quiénes o de qué depende
que usemos una palabra, una frase?
La palabra “extraño” se recogió por
primera vez en 1732. Cayó casi completamente en desuso en 1829, pero a partir
de 1916 comenzó a usarse cada vez más y después de 1968 comenzó otra vez a
perder fuerza… ¿ya nadie podía ser extraño o ya nadie se extrañaba?
Justo en 1992 hasta la fecha límite que establece
la DIRAE, 2009, la palabra extraño
está más entre nosotros.
Me hace sentir cómoda que extraño se use más, porque
este es un mundo extraño, estricto y ¿raro?
“Raro” se recogió por primera vez en
1570. Y su pico más alto en la gráfica de uso marca 1827. Después nada, casi aparece
como una palabra sin signos vitales.
El mundo es más extraordinario, más
extraño y más mequetrefe.
Pero no es raro.
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